Según cifras de la OMS, en 2016 había más de 340 millones de niños, niñas y adolescentes (NNA) de 5 a 19 años con sobrepeso u obesidad. De ellos, 41 millones de niños y niñas menores de cinco años tenían sobrepeso u obesidad.
Este aumento ha sido equivalente en ambos géneros: 18% de niñas y 19% de niños con sobrepeso en 2016. Si esta tendencia continúa, en 2022 podríamos tener más casos de obesidad infantil que niños y niñas con bajo peso corporal.
Las burlas y el acoso basados en el peso corporal comienzan en la edad temprana y pueden venir de los mismos familiares, amigos, compañeros de colegio, profesores, padres, medios de comunicación, los estereotipos en las películas e incluso desde la atención médica. Esas experiencias en la infancia provocan profundas cicatrices y afectan para siempre la forma en que las personas con obesidad se perciben a sí mismas.
Esto es lo que se llama el peso internalizado, las personas que son avergonzadas y culpadas comienzan a creer que el maltrato que reciben es merecido.
El estigma de la obesidad afecta tanto a los niños y niñas, como a sus padres y cuidadores. Los padres se sienten aislados y culpables por el peso de sus hijos/as y con temor respecto a su salud.
Para algunos padres hablar del tema con sus hijos/as resulta difícil e incómodo por el temor a herir sus sentimientos o dañar su autoestima.
- Preguntar primero si está de acuerdo en conversar sobre el tema.
- Ser respetuoso si eligen no hablarlo.
- Ser positivo y empático.
- Evitar hablar de culpables.
- Determinar pequeños y específicos objetivos al hacer cambios saludables y significativos.
- Evitar las palabras: gordo, dieta, obeso, o que enfaticen lo que es saludable.
- Conversar con otros miembros de la familia para que todos estén al tanto para ayudar al niño o niña.
- Reconocer los sentimientos y agradecerle cuando comparta lo que piensa respecto al tema.
- Las acciones son más fuertes que las palabras, trabajar para ser un buen modelo a seguir tanto para niños como para la familia.
El éxito en el manejo de la obesidad usualmente es visto de manera distinta entre médicos, padres, niños y niñas.