
“Vergüenza. Lástima. Eso era lo que estaba evitando y mi método era el autoaislamiento”.
Mi forma de lidiar con la obesidad era no asistir a muchos eventos sociales. Me asustaba lo que las personas podrían pensar de mí. Aunque había escuchado el típico consejo para bajar de peso (“comer menos y moverse más”), aún así no podía controlar mi peso. Y como no lograba seguir ese consejo, me sentía menos inteligente.
Esta imagen deplorable que tenía de mí mismo era confirmada constantemente por las opiniones que encontraba en la prensa, la radio y la televisión. Mi respuesta era quedarme en casa o cambiar de opinión al llegar a la puerta, casi siempre a último momento, cuando tenía que asistir a una fiesta o un evento. Nunca imaginé que me estaba entrenando para el confinamiento 2020.
Cuando alcancé mi peso máximo (175 kg/385 lb), el distanciamiento social se había convertido en algo casi natural para mí. Simplemente no sabía que así se llamaba lo que estaba haciendo.
Iba de compras cuando nadie más iba.
No asistía a eventos sociales como fiestas, cumpleaños, etc.
Evitaba lugares muy concurridos.
No estaba evitando una pandemia o una enfermedad. Estaba evitando situaciones en las que la gente me miraría fijamente, en las que susurraría sobre “el gordo” o donde podría no haber suficiente espacio para sentarme debido a sillas pequeñas o frágiles, etc.
Vergüenza. Lástima. Eso era lo que estaba evitando y mi método era el autoaislamiento. Si te estás autoaislando como yo, tómate un momento para recordar que no estás solo.
“Vergüenza. Lástima. Eso era lo que estaba evitando y mi método era el autoaislamiento”.
Tuve la suerte de contar con personas que me impulsaron a recibir ayuda cuando estaba a punto de rendirme. Sé que no todos pueden contar con intervenciones de amigos, pero al menos todos podemos recibir ayuda para darnos cuenta de que alejarnos de otras personas no va a ayudarnos.
Si deseas romper el ciclo de aislamientos y asumir el control de tu peso y el distanciamiento social, el confinamiento 2020 es la oportunidad perfecta. Hoy en día, todas las personas que te rodean saben lo que significa el distanciamiento social. ¿Por qué no les cuentas a tus amigos y a tu familia el distanciamiento social que hay en tu vida?
Cuéntales lo que has hecho para evitar situaciones en las que creías que corrías el riesgo de ser señalado. Cuéntales lo que esto ha significado para ti. Cuéntales cómo ocultaste hábilmente tu miedo y tristeza.
Existe una gran posibilidad de que realmente te escuchen, te comprendan y te brinden apoyo. Y, lo más importante, que te ayuden.
“Animarte a salir puede ser una experiencia muy liberadora. Dejar de ver pasar la vida debido a tu afección.
Animarte a salir, unirte a otras personas, compartir tiempo con ellas y mostrarles quién eres puede ser una experiencia muy liberadora. Dejar de ver pasar la vida debido a tu afección.
En primer lugar, no estás solo. Todo lo contrario. En la actualidad, hay aproximadamente 650 millones de personas que viven con obesidad. Y apuesto a que todos aprovecharían la oportunidad de cambiar esa realidad hoy mismo.
Para tomar las riendas del control de tu peso, involucra a tus amigos y a tu familia. Hazlo ahora mientras el confinamiento es todavía una realidad. Empieza contándoles cómo has estado aislándote.
No dejes que el orgullo te impida decirles que los necesitas, específicamente, que necesitas que te ayuden a controlar tu peso. Pero deja claro que tiene que ser bajo tus condiciones. Usa Skype, Zoom, Messenger, Facetime o cualquier otro canal virtual.
Y luego intenta hacer pequeños cambios en tu vida en este momento.
Incluso lograr cambios pequeños puede ser una señal poderosa de lo que vendrá en el futuro. De que puedes hacerlo. ¡Y esto es solo el comienzo!
Si no estás acostumbrado a desayunar, entonces empieza a desayunar. Si no estás acostumbrado a salir a caminar, ve a dar un paseo. Si no estás acostumbrado a subir escaleras, encuentra alguna y súbela.
En esta etapa, no importa la frecuencia ni la distancia que camines.
“Sé que la obesidad es mucho más que el exceso de grasa”.
Dar esos primeros pasos significa que has tomado una gran decisión en tu vida. Es ese primer paso el que sentará la base de una vida más saludable.
¿Y sabes qué? Sé que el control del peso es mucho más que “comer menos y moverse más”. Sé que la obesidad es mucho más que el exceso de grasa. La aceptación y la comprensión son fundamentales para promover la salud mental y mantenerla.
Pero aún así, debes hacer ejercicio y comer de manera saludable si deseas cambiar tu vida.
“La pérdida de peso nunca es una solución rápida. Es un cambio de vida”.
Y no descartes pedir ayuda para controlar el peso. Tuve la suerte de tener un entrenador personal que no solo me ayudó a ganar la confianza que necesitaba para ir al gimnasio, sino que también me ayudó a entender algo muy importante: la pérdida de peso nunca es una solución rápida. Es un cambio de vida.
En mi primera sesión con él, recuerdo que pensé que probablemente debía comenzar a hacer muchos ejercicios. Su primer comentario me sorprendió: “Tómalo con calma y ve despacio. Necesitamos reconstruir tu cuerpo”.
Por lo tanto, intenta encontrar expertos que te ayuden a encontrar ejercicios que te den resultados a ti y se adapten a tu nivel. Y recuerda que has comenzado una nueva vida y hoy estarás más saludable que ayer.
Además de este cambio de mentalidad, recibí ayuda para mejorar mi alimentación. Para sentirme motivado y con energía, me di cuenta de que tendría que comer mejor y alimentos más variados.
Aprendí a desayunar. Como no lo había hecho antes, fue un verdadero cambio para mí. De repente, comencé a sentirme más despierto durante el día.
Recomiendo encarecidamente que te comuniques y pidas ayuda si no sabes cómo comer de forma saludable. Hacerlo está absolutamente BIEN, sobre todo si consideras el bombardeo de mensajes al que estamos expuestos por el simple hecho de vivir en una sociedad de consumo.
Sabes que tengo razón, pero al leer esto, tal vez pienses que hacer esto no funcionará para ti.
“Asumir el control es posible, especialmente si cuentas con la ayuda de amigos y familiares”.
Pero, ¿sabes qué?, ya lo sé. ¡Vaya que si lo sé!
Sé todo sobre mis malos hábitos de “comerme mis emociones”, por ejemplo. ¿Tenía un día estresante en el trabajo? Lo resolvía viendo una peli de acción mientras comía dos bolsas de patatas fritas.
¿Tenía una mala reunión? Lo arreglaba con una parada en McDonald’s. Y así sucesivamente. Conozco a muchas personas que comen para lidiar con sus problemas.
Necesitaba trabajar en ese problema y después de perder 50 kg (110 lb), lo sigo haciendo.
Tuve que aceptar que la comida me brinda bienestar y relajación.
Tuve que admitir que la comida no es la forma ideal de reconfortarse.
Si es posible, debes hablar con un profesional sobre por qué tienes los hábitos alimenticios que tienes y cómo puedes cambiarlos. Lo que puedes hacer ahora mismo es preparar tus días.
Permíteme explicarme: Averigua cuándo eres particularmente propenso a comer como escape emocional. ¿Qué situaciones suelen ser desencadenantes? Ahora, busca maneras de evitar esas situaciones.
Además, busca formas de comer alimentos más saludables cuando comer como escape emocional parezca la solución fácil. Prepara picoteos saludables que puedas comer cuando lo necesites; procura tener agua en lugar de refrescos en la nevera
Asumir el control es posible, especialmente si cuentas con la ayuda de amigos y familiares. Y acude a tu médico para pedir ayuda.
Sé que muchos de nosotros hemos tenido malas experiencias al contarles a los profesionales sanitarios nuestros desafíos para controlar nuestro peso. De todos modos, no dejes de buscar ayuda porque la mereces.
“Puedes encontrar profesionales sanitarios compasivos que comprendan cuán compleja es la obesidad y sepan que puede tratarse”.
Si es necesario, busca ayuda médica en línea. No te rindas. Sigue buscando. Puedes encontrar profesionales sanitarios compasivos que comprendan cuán compleja es la obesidad y sepan que puede tratarse.
Por cierto, si en este momento te preocupa algún problema de salud, no lo dudes. Pide ayuda médica, incluso si tiene que ser ayuda médica en línea.
En el caso de la COVID-19, la obesidad no te hace más propenso a contraer COVID-19, pero si te contagias, corres más riesgo de sufrir complicaciones graves. Una vez más, no dudes en pedir ayuda médica.
La obesidad es una enfermedad crónica. Por lo tanto, al igual que con cualquier otra enfermedad crónica, vivir con obesidad significa controlar los síntomas de manera constante.
Esto incluye controlar el peso: comer de manera más saludable que antes, hacer más ejercicio que antes y trabajar en ti mismo en todo momento.
Al igual que yo, tú puedes comenzar. ¿Por qué no hoy?
El 2020 es nuestro año. Somos 650 millones de personas viviendo con obesidad. Pero no nos faltan recursos. Tenemos herramientas con las cuales podemos cambiar nuestras vidas. Solo tenemos que buscarlas…