Cada 40 segundos, alguien sufre un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular. Estos incidentes, comúnmente denominados eventos cardiovasculares, son hoy en día la principal causa de muerte en la sociedad actual. La buena noticia es que cuatro de cada cinco muertes cardiovasculares se pueden prevenir, y el peso es un factor importante para mantener el corazón saludable.
Más del 80 % de las personas que sufren un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular viven con sobrepeso u obesidad. El tejido graso corporal excesivo y deteriorado puede causar inflamación en los vasos sanguíneos que conducen al corazón, lo que provoca un ataque cardíaco. Las arterias rígidas también pueden aumentar el riesgo de coágulos que viajan al cerebro y, así, causar un accidente cerebrovascular. Este proceso se conoce como ateroesclerosis.
La ateroesclerosis implica una acumulación gradual de tejido graso (placa) dentro de la arteria. Con el tiempo, la placa puede romperse y provocar un coágulo de sangre.
Los factores que aumentan el riesgo de que una persona padezca ateroesclerosis, como niveles elevados de azúcar en sangre, presión arterial y colesterol, también pueden relacionarse con la obesidad.
Desafortunadamente, el 50 % de las personas que han tenido un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular experimentarán otro a lo largo de su vida, lo que causa que las personas convivan con el miedo, dolor o capacidad física reducida, y, en el más grave de los casos, la muerte.
Afortunadamente, el riesgo de muerte por eventos cardiovasculares disminuye debido a las formas más efectivas de identificar y controlar los factores de riesgo de manera temprana. De hecho, hoy en día, el 80 % de las muertes causadas por un ataque cardíaco y un accidente cerebrovascular se pueden prevenir, y la mayoría de las muertes prevenibles tienen origen en afecciones cardiovasculares que pueden ser causadas por el sobrepeso y la obesidad.
Las investigaciones demuestran que las personas que pierden el 10 % o más de su peso corporal reducen el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular no mortal en un 24 %. Se debe a que la pérdida de peso mejora la presión arterial y reduce los lípidos sanguíneos, lo que evita el endurecimiento de las arterias y la formación de coágulos sanguíneos.
Incluso perder un 5 % del peso corporal puede beneficiar al corazón. ¿Sabía que perder un 5 % del peso corporal (generalmente alrededor de 3 a 5 kilogramos para las personas con un IMC de 30) puede mejorar la cantidad y la calidad del sueño? Existen muchos otros beneficios para la salud cuando se baja entre un 5 % y un 15 % del peso; explore otros artículos para obtener más información.