Las personas que entran en la categoría de sobrepeso, deben hablar con su médico sobre cómo retrasar la progresión o potencialmente prevenir la obesidad. Si perteneces a la clase I, II o III de obesidad, debes hablar con un médico sobre el control de la obesidad y tu riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
La nutrición y la actividad física son recomendaciones clave para reducir el riesgo o retrasar la progresión de la obesidad y la diabetes tipo 2. Si bien el control del peso y la nutrición a menudo pueden parecer sencillos en papel, rara vez es tan simple en la práctica. Lo que funciona para una persona podría no funcionar tan eficazmente para otra.
Nuestras variaciones genéticas significan que todos almacenamos y gastamos energía de manera diferente. Incluso a medida que mejoramos nuestra salud, nuestro cuerpo y nuestro metabolismo reaccionan de manera diferente a nuestros niveles cambiantes de acondicionamiento físico, lo que significa que es posible que nuestro enfoque, y a menudo nuestra nutrición, también necesiten evolucionar.
Nuestra capacidad para tomar decisiones saludables, como poder acceder a alimentos saludables y pagarlos, o tener el tiempo y la energía para participar en actividad física, está directamente vinculada con nuestras economías, nuestras situaciones de vida y los entornos en los que vivimos.
No existe una solución única hacia la salud. Lo que está bien al comienzo de un recorrido, podría no ser adecuado en el futuro. Eso significa que se debe encontrar la solución correcta o el nivel de cambio correcto para ti. Nadie puede lograr todo de la noche a la mañana, así que comienza con lo que es manejable y trabaja para lograr objetivos de mejora realistas.
Y recuerda, nadie necesita emprender ese recorrido solo. Más allá de los consejos a continuación, tu punto de partida siempre debe ser asesoramiento de tu médico.