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Vivir con obesidad

Las claves de un hombre moderno: equilibrar la masculinidad, las normas sociales y la obesidad

¿Qué significa ser hombre en un mundo moderno? Los mensajes contradictorios y las expectativas de la sociedad hacia los hombres no solo pueden interferir con el sentido de identidad de una persona, sino que también tienen un impacto en la salud. Sume a esto la presión social en torno a la imagen corporal y podrá encontrarse fácilmente atrapado en un círculo vicioso de desesperación. Ian Patton comparte algunas respuestas sobre cómo equilibrar el modelo masculino a seguir y la salud, obtener ayuda y volver a conectar con el verdadero yo.

3 min. tiempo de lectura
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Siempre he sido el “tipo corpulento”. Crecí como el chico gordo de la escuela y esa imagen me siguió a través de la escuela secundaria, la universidad y hasta la adultez.

Si bien siempre he sabido que era diferente y me veía obligado a intentar hacer algo al respecto, también estaba fuertemente influenciado por mensajes contradictorios sobre la masculinidad, la salud de los hombres y mi cuerpo. Como hombre, mi cuerpo ha sido mi mayor activo y mi mayor defecto.

Al recordar mi vida, está claro que mis creencias sobre ser hombre desempeñaron un papel importante en la progresión de mi enfermedad.
 

“Crecí como el chico gordo de la escuela y esa imagen me siguió a través de la escuela secundaria, la universidad y hasta la adultez”.

-Ian Patton

Lo que significa ser hombre en un mundo moderno

Cierre los ojos y viaje al pasado conmigo hasta principios de la década de 1990. Imagine que es un niño de 10 años que sueña con ser un Power Ranger o una Tortuga Ninja. Está jugando a Donkey Kong en el Super Nintendo y tiene puesta una camiseta color neón.

¿Qué está aprendiendo ese niño sobre su lugar en el mundo? ¿Cuáles son los mensajes que recibe sobre ser un niño y convertirse en hombre?

Está creciendo en una sociedad, una comunidad y un hogar que le enseña a valorar ser corpulento y fuerte, valiente y agresivo. Se le enseña que debe ser responsable y confiable, un protector y proveedor. Estas son las cualidades masculinas que está siendo condicionado a comprender.
 

Ian Patton

  

Sentirse como un extraño

Pero, ¿qué sucede si no encajas en ese molde? ¿Qué sucede si tu cuerpo no coincide con el ideal tradicional masculino? ¿Qué pasa si todo lo que el mundo ve es un cuerpo grande? ¿Un tipo de persona gorda y diferente?

Yo era ese niño y ahora soy ese hombre. Y puedo decirte que es bastante conflictivo ser tanto felicitado como humillado por tu cuerpo.

Ser alentado a ser grande y usar tu tamaño para tu beneficio junto con el entendimiento popular de que resulta que eres defectuoso y estás en falta debido a tu tamaño. Recibir apodos fuertes y poderosos como Toro o Tanque, pero también ser humillado con nombres odiosos como “gordo”, “cerdo” o “bola de grasa”.
 

Ian Patton - quote 2

“Al recordar mi vida, está claro que mis creencias sobre ser hombre desempeñaron un papel importante en la progresión de mi enfermedad”.

-Ian Patton

Modelos a seguir contradictorios

Existe una línea muy fina entre ese rol positivo, capaz y alentado de macho y ese cuerpo temido, vergonzoso y excesivamente grande. Los mensajes contradictorios pueden ser extremadamente confusos: “Debes ser más grande y más fuerte, pero también perder algo de peso y reducir tu tamaño porque ahora eres demasiado grande”.

Lo que hace que este mensaje sea aún más dañino y peligroso es el hecho de que no hay respuestas claras sobre cómo arreglarlo, cómo inclinar la balanza hacia esa imagen masculina grande y fuerte. Todo lo que recibes es: “Sé hombre, esfuérzate más, levanta algunos objetos pesados, suda” y cosas similares.
 

Protegido por el deporte

Al crecer con obesidad, tuve la suerte de tener la oportunidad de participar en actividades en las que mi tamaño era una ventaja. Me destaqué en deportes como hockey, béisbol, rugby, fútbol americano y lucha libre, todo lo cual reforzó el mensaje de ser fuerte, poderoso y agresivo del que acabamos de hablar.

En muchos sentidos, estas lecciones y oportunidades fueron mi salvación. Me protegieron de experimentar el mismo grado de discriminación, prejuicio y abuso que algunos de mis compañeros describen.

Ser bueno en un deporte y ser animado como el “tipo corpulento” me dio confianza, autoeficacia, experiencias sociales positivas y, lo más importante, amigos.
 

Ian Patton - quote 3

“Existe una línea muy fina entre ese rol positivo, capaz y alentado de macho y ese cuerpo temido, vergonzoso y excesivamente grande. Los mensajes contradictorios pueden ser extremadamente confusos”.

-Ian Patton

Hostigadores

Sí, experimenté acoso escolar basado en el peso como cualquier otro niño gordo. Los niños eran malos, me atormentaban y me empujaban, hacían bromas crueles a expensas mías y, por lo general, no me dejaban olvidar que yo era, en un aspecto, diferente a ellos.

Una vez que la intimidación se volvió violenta, me enseñaron a protegerme a mí mismo y a los demás, por la fuerza, si era necesario.  Esto corregía rápidamente a los hostigadores y rara vez volvían a ofender.
 

La espada de doble filo

Mirando hacia atrás, la desventaja de crecer en este mundo de la masculinidad estereotípica fue contradictorio para mí: además de probablemente contribuir a la progresión de mi enfermedad, comprometió mi capacidad de pedir ayuda.

Así es como funcionaba: Por un lado, me alentaron a ser más grande (hasta el punto sin retorno). Por el otro, me enseñaron que como hombre, debes responsabilizarte y ser autosuficiente. No pidas ayuda. Pedir ayuda es una debilidad y está en conflicto directo con lo que la sociedad quiere que uno sea.
 

Ian Patton - quote 4

“La desventaja de crecer en este mundo de la masculinidad estereotípica fue contradictorio para mí: además de contribuir a la progresión de mi enfermedad, comprometió mi capacidad de pedir ayuda”.

-Ian Patton

Hombres frente a mujeres: una imagen matizada

Como hombres, no hay duda de que nos resulta más fácil cuando se trata de ser aceptados y encontrar un propósito para nuestros cuerpos. Es socialmente más aceptable para nosotros llevar exceso de peso en comparación con las mujeres, y nos avergüenzan por nuestro cuerpo con mucha menos frecuencia. Al mismo tiempo, la idea de estar “enfermo” y necesitar ayuda debido a la obesidad no es completamente aceptada por los hombres.

Suma eso al miedo de mostrar signos de debilidad, y tienes una situación en la que nosotros, los hombres, en general, no buscamos ni recibimos tratamiento para la obesidad cuando es necesario.
 

Oh, la ironía

Como hombre atlético e interesado en la ciencia y el cuerpo, estudié kinesiología en la universidad, el estudio del cuerpo en movimiento, también conocido como ciencia del ejercicio. Mientras mi enfermedad progresaba, seguí estudiando salud, nutrición y ejercicio.

Completé un doctorado con un enfoque en la obesidad. Irónicamente, en esta cumbre del conocimiento, también fue mi momento de mayor enfermedad, pesando más de 350 libras (casi 160 kg). Estaba hipertenso, tenía apnea grave del sueño y me plagaba la sensación de que mi grasa me estaba chupando la vida.

  

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Métricas Imperial
Métricas / Imperial

 
Mientras estaba atrapado en esta actitud de “autosuficiencia”, me negué a ver mi obesidad como una enfermedad. Permití que mi ego y visión machista del mundo retrasarán el control adecuado de mi afección. Me permití enfermarme cada vez más por terquedad. Y casi me cuesta la vida.

Estaba tan enfermo que me despertaba todas las mañanas preguntando si ese sería el día en que la grasa me iba a matar. Comencé a preguntarme cómo mis hijos se manejarían sin su padre.

¿No debería poder, con todo mi conocimiento, hacer algo sobre mi obesidad? Mi cuerpo estaba transmitiendo al mundo que el conocimiento claramente no es suficiente.

Al igual que la mayoría de las personas, me había adherido a la cultura de la dieta y el ejercicio. Había insistido en que la fuerza de voluntad y la determinación podrían hacer que mi obesidad desaparezca. Que si tan solo me moría de hambre y sudaba lo suficiente, si tan solo podía soportar suficiente incomodidad y lo deseaba con la fuerza suficiente, podía sanarme.
 

Ian Patton - quote 5

“La idea de estar ´enfermo´ y necesitar ayuda debido a la obesidad no es completamente aceptada por los hombres”.

-Ian Patton

La lucha con el ego

Mientras estaba atrapado en esta actitud de “autosuficiencia”, me negué a ver mi obesidad como una  enfermedad. Permití que mi ego y visión machista del mundo retrasarán el control adecuado  de mi afección. Me permití enfermarme cada vez más por terquedad. Y casi me cuesta la vida.

Estaba tan enfermo que me despertaba todas las mañanas preguntando si ese sería el día en que la grasa me iba a matar. Comencé a preguntarme cómo mis hijos se manejarían sin su padre.
 

No es tan poco frecuente

No estoy solo en esto. Hay muchos hombres que simplemente ignoran  o se niegan a cuidar su salud porque pedir ayuda no es masculino. Obesidad, salud mental, detección de enfermedades crónicas... Puede ser cualquier cosa. 

Uno solo puede esperar que, como yo, se den cuenta de que solamente tragándose su orgullo y enfrentando su problema directamente pueden tener esperanzas de sobrevivir.
 

Ian Patton - quote 6

“Hay muchos hombres que simplemente ignoran o se niegan a cuidar su salud porque pedir ayuda no es masculino”.

-Ian Patton

Algunos hombres en la sala de espera de un médico

En 2014, me sometí a un bypass gástrico como parte de mi tratamiento para la obesidad. La fase preoperatoria fue intensa, con varias citas y reuniones. Mi sesión de orientación inicial incluyó a casi 50 personas, de las cuales solo 3 eran hombres.

A juzgar por quienes conocí en las salas de espera mientras continuaba con mis citas bariátricas, esto no era inusual. También soy miembro de varias comunidades de grupos de apoyo, y aquí no más de 1 de cada 5 miembros tienden a ser hombres.

Si observamos la obesidad en toda la población, no vemos la misma división basada en el género. Esto nos dice que los hombres no buscan tratamiento ni piden ayuda. Con la naturaleza crónica y compleja de esta enfermedad, temo que muchos más hombres respondan como yo; dejando que la enfermedad progrese sin control por alguna suposición de que pedir ayuda es un signo de debilidad.

En otras áreas de enfermedad (salud mental, por ejemplo), se hacen esfuerzos para eliminar el estigma relacionado con pedir y recibir ayuda cuando eres hombre. Debemos hacer lo mismo con la obesidad y los diversos tratamientos disponibles.

Necesitamos que los hombres reconozcan que está bien pedir ayuda.
 

Ian Patton - quote 7

“No hay nada más varonil o poderoso que ser lo suficientemente valiente como para ser vulnerable, como para hablar abiertamente sobre todos los aspectos de la salud”.

-Ian Patton

Volver a conectar con el verdadero yo y pedir ayuda

Requerirá que los hombres se adueñen de su esencia multifacética. Un hombre puede ser fuerte e inteligente y también necesitar la fuerza y el conocimiento de los demás, especialmente cuando su salud está en juego.

Necesitamos que más hombres se sumen al coro, que hablen y exijan una mejora. Y necesitamos más hombres que lideren el camino y que den el ejemplo de que lidiar con la obesidad no es algo que se debe hacer en soledad.

Porque la verdad es que no hay nada más varonil o poderoso que ser lo suficientemente valiente como para ser vulnerable, como para hablar abiertamente sobre todos los aspectos de la salud.

 

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